martes, 24 de febrero de 2015

Los temibles Tercios Españoles

Considerados como los herederos de las legiones romanas, estas unidades se basaban en la pica y el arcabuz para aplastar brutalmente a sus enemigos.

 

Augusto ferrer-Dalmau

 

«¡Santiago y cierra España!». Estas fueron sin duda las últimas palabras que miles de enemigos de nuestro país escucharon antes de ser masacrados por la que fue la mejor infantería europea durante casi 150 años: los temibles Tercios. Armadas con un arrojo incuestionable y una lealtad absoluta hacia su rey, estas unidades –consideradas por algunos como las herederas de las legiones romanas- acababan con sus adversarios lanzando sobre ellos un vendaval de plomo y un mar de picas.

En un tiempo en que España necesitaba defender sus territorios europeos con soldados fiables, los soldados de los Tercios demostraron de lo que era capaz un militar resuelto y experimentado. Así, con la Cruz de Borgoña a sus espaldas y una daga en su cinto, estas unidades se labraron una reputación que, todavía hoy, les hace contar con un lugar privilegiado en la Historia.
«Los Tercios Españoles eran una perfecta combinación de las distintas unidades militares de la época, formadas por veteranos soldados y mandados, la mayoría de las veces, por buenos oficiales. Además, no se trataba de simples mercenarios a sueldo, eran hombres de honor, leales a su rey y unidos por una fervorosa fe católica. Todo esto motivaba a las tropas en el campo de batalla, lo que unido a sus victorias les creó una gran reputación en toda Europa», señala en declaraciones a ABC Joaquín Blasco Nácher, presidente de la Asociación Napoleónica Valenciana y coordinador de recreación histórica de «La fragua de Vulcano».

 

El nacimiento del Tercio

 

Para poner una fecha aproximada a la creación oficial de los Tercios es necesario retroceder en el tiempo hasta el SXVI, momento en que cogió las riendas de España Carlos I (V de Alemania). Nieto de los Reyes Católicos, a este monarca se le planteó la difícil tarea de mantener a sangre y fuego los territorios que había heredado en Milán, Nápoles y Sicilia.
Con Francia presionando para arrebatar estas regiones a Carlos I, al monarca no le quedó más remedio que reorganizar la infantería española que había en estas comarcas italianas. Así, aprestados para la defensa, nacieron los tres primeros Tercios: el de Nápoles, el de Sicilia, y el de Lombardía. Estas pioneras unidades tuvieron desde entonces el honor de ser conocidas como «Tercios viejos», y cada una contaba con un mando independiente.
«En mi opinión, Carlos V creó los tercios para resolver el problema administrativo de gestionar su instrumento militar: El número siempre creciente de compañías sueltas que necesitaba para defender a sus vasallos, primero de los franceses y luego contra los turcos», explica en declaraciones para ABC el general de Infantería e historiador José María Sánchez de Toca y Catalá, coautor de «Tercios de España. La infantería legendaria».


 "Los primeros Tercios, los «viejos», fueron los de Nápoles, Sicilia y Lombardía"

Sin embargo, como bien señala el experto español, en la actualidad todavía existen dudas sobre el año concreto en que los Tercios vieron la luz: «El ¿cuándo nacieron? es la pregunta del millón. Al parecer existe una especie de instrucción del Tesoro de 1537 que explica cómo se ha de pagar a cada hombre de los Tercios. También se dice que una disposición imperial de 1534 redistribuyó las fuerzas españolas destacadas desde antiguo en Italia en tres tercios, uno para el reino de Sicilia, otro para el de Nápoles y otro para el Estado de Milán o ducado de Lombardía, pero la verdad es que esos tres Tercios dejan fuera a Cerdeña, de la que Carlos V era también rey, y que tuvo un Tercio desde el principio. No he visto esa disposición imperial ni conozco a nadie que la haya visto. Probablemente la respuesta esté traspapelada en Simancas».
Independientemente de la fecha, lo cierto es que estas tropas pronto demostraron su eficacia militar y administrativa. «Al crear los Tercios nadie pensaba en una revolución militar, que es una expresión moderna que se aplica a casi todo. Lo que pasa es que al agrupar compañías y darles un jefe común y permanente con atribuciones explícitas y medios para imponer su autoridad, incluido el verdugo, se creó una herramienta de mando que se reveló eficacísima. Los Tercios demostraron ser una solución idónea administrativa, organizativa y de mando, y todo el mundo procuró copiarlos. Y a ello, claro, se unió la inmensa eficacia y calidad operativa que demostraron», sentencia Sánchez de Toca.

Los Tercios en la Guerra del Palatinado

La táctica perfecta

 

El paso del tiempo garantizó la creación de nuevos Tercios y el perfeccionamiento de las técnicas de combate. Estas, concretamente, se tomaron del ejército suizo. «Luchaban combinando de forma muy eficaz las armas blancas (picas, espadas) y las de fuego (arcabuces, mosquetes), llegando al punto de crear toda una leyenda entre los enemigos de las Españas como tropas invencibles desde comienzos del siglo XVI hasta mediados del XVII. Los Tercios utilizaban tácticas muy innovadoras para la época, heredadas de las que emplearan las tropas de Gonzalo Fernández de Córdoba, el Gran Capitán. Su movilidad en el campo de batalla y su capacidad para adaptarse a cualquier situación no tenía parangón entre sus rivales y todavía se les considera como uno de los mejores ejércitos de todos los tiempos», finaliza Blasco.


Esta sencilla táctica acabó con las pretensiones de la esquiva caballería pesada, la cual, a base de armadura y lanza, solía aplastar sin dificultad a la infantería. La llegada de la pica terminó con su dominio, pues, si los jinetes trataban de asaltar la formación enemiga, se encontraban con un muro infranqueable de picas que derribaba sin esfuerzo a sus monturas.

A su vez, los Tercios solían hacer uso de una curiosa táctica con la que coger al enemigo desprevenido. «Lo más peligroso era una práctica muy española, “la encamisada”, en la que un reducido grupo de los mejores hombres perpetraban incursiones por la noche en campo enemigo, armados tan solo con espada y daga, sin ninguna protección, ataviados con una simple camisa blanca (de ahí el nombre) para distinguirse de los contrarios. Estos ataques puntuales eran muy efectivos, se trataba de sabotear los campamentos del enemigo, “clavar” los cañones y causar las mayores bajas posibles», completa el presidente del grupo valenciano.

encamisada en Holanda

La pica, el arma básica

 

Con todo, si por algo se hicieron famosos los Tercios fue por su arma básica, la pica, una extensa lanza de entre cuatro y seis metros con la que se detenía el avance de la caballería y se atacaba a los soldados enemigos que combatían a pie. «Los piqueros se distribuían en picas “armadas”, que ocupaban las primeras filas y llevaban más protección (casco, peto y falderas de metal) -generalmente veteranos-, y las picas “secas”, los de las filas del fondo, peor ataviados, con poca protección y menor experiencia en combate», añade el presidente de la Asociación Napoleónica Valenciana.
Como no podía ser de otra forma, la vida del piquero era de las más sufridas de la compañía, sobre todo si era un «soldado bisoño» (un nuevo recluta). Y es que, cuando un «afortunado» entraba a formar parte de un Tercio, y a menos que tuviera experiencia con armas de fuego, recibía un escaso adelanto de su sueldo para comprar la pica. A continuación, y si no contaba con dinero para adquirir la media armadura y el morrión –el casco característico de estas unidades-, era nombrado «pica seca».
Pero, independientemente del grado que tuviera cada integrante de la compañía, todos los soldados estaban orgullosos de pertenecer al Tercio y poder combatir y sangrar por su rey. «El soldado de los Tercios era admirado y temido. Y lo sabía. También eran engreídos y pendencieros y a la menor ocasión solían echar mano del acero para “aclarar” sus diferencias. En esto también eran muy respetados en toda Europa, la “destreza española” con la espada ropera y la daga de mano izquierda era bien conocida», añade Blasco.

Última defensa

 

Los combatientes también contaban con una amplia selección de armas blancas con las que, llegado el momento, defenderse en un combate a corta distancia si la formación de picas flaqueaba. «Todo soldado dominaba el combate individual con espada y daga. Querría llamar la atención sobre la daga, la segunda arma blanca que portaban los españoles y que era muy resolutiva. Esta palabra, "resolutiva", es la que usó un coronel finlandés para hablarme del puuko, su cuchillo nacional equivalente a la daga», completa, por su parte, Sánchez de Toca.
La daga era una de las armas que, a pesar de su tamaño, daban ventaja a los españoles durante el combate. Concretamente, y como bien se explica en la sección dedicada a los Tercios del Museo del Ejército –ubicado en el Alcázar de Toledo-, este pequeño cuchillo solía usarse en combinación con la espada, buscando, en primer lugar, detener las acometidas del enemigo y, en segundo término, atacar el costado del contrario.

Armas desechadas

 

A su vez, y durante algunos periodos de la historia, los Tercios hicieron uso de todo tipo de armas para el combate cuerpo a cuerpo. «Dependiendo de la época, sobre todo en el siglo XVI había unidades de rodeleros, armados con espada de punta y corte y rodela (escudo pequeño de metal), protegidos por medio arnés (armadura completa de la parte superior del cuerpo). Los rodeleros españoles eran temibles en los choques y podían combatir entre las filas de piqueros, así como los “doblesueldos”, que usaban el “montante”, una gran espada con la que abrían brechas en las líneas enemigas, pero esta arma solo se usó a comienzos del XVI y posteriormente parece que su uso era ornamental y en desfiles», añade Blasco.
Al final, el paso del tiempo acabó con estas unidades. «Hay que tener en cuenta que los Tercios ocupan casi dos siglos de la historia de España por lo que su estructura y armamento varió notablemente desde su creación en 1534 hasta su conversión en regimientos en 1704. En sus primeros tiempos todavía se usaban ballestas, espadas y rodelas, pero poco a poco fue evolucionando su estructura debido a las mejoras de las armas de fuego», sentencia el experto.

Rodelero, enfrascado en las picas

Vendaval de plomo

 

En último lugar, para atacar a los enemigos a distancia y cubrir los flancos de los piqueros se encontraban dos tipos de soldados. «Los que portaban armas de fuego se dividían en mosqueteros -con armas de 7 a 12 kilos tan pesadas que necesitaban una horquilla en la que apoyarse- y arcabuceros, con arma más ligera, de unos 5 kilos, que se podía disparar desde el hombro sin horquilla. Para las armas de fuego se usaban 12 cargas de pólvora en tubos de madera unidos a un correaje, que popularmente se denominaban “los doce apóstoles”», destaca el presidente de la Asociación Napoleónica Valenciana.
No obstante, la diferencia, como apunta por su parte Sánchez de Toca, se fue desvaneciendo con el paso del tiempo: «Entre arcabuceros y mosqueteros hubo diferencia sobre todo al principio, cuando hacia 1567 el duque de Alba bajó a las compañías los mosquetes, un arma grande y pesada que hasta entonces solo se había usado en defensiva y desde las murallas. Pero al correr del tiempo esta diferencia se desdibujó: los arcabuceros, que eran la infantería ligera y a pie, se montaron a caballo, y los mosqueteros (a los que Alba llamaba "guarnición") bajaron de la muralla para luchar a pie con las compañías».

Un ejército sin uniforme

 

En cuanto a la vestimenta, los Tercios no se caracterizaron en su primera etapa por contar con un uniforme concreto. En la práctica, cada soldado hacía gala de los ropajes que buenamente podía conseguir y, únicamente después de saquear una ciudad o recibir la paga, adquirían algún elemento para adornar su indumentaria. 


A su vez, y según se explica en el Museo del Ejército, una de las pocas distinciones que llevaban los soldados para diferenciarse del enemigo era una pequeña banda roja en el brazo, color que también solían utilizar los piqueros para forrar el asta de sus armas. Este atuendo se mantuvo aproximadamente hasta el SXVII, momento en el que se reglamentó un color para las casacas de algunos Tercios.

El final de una leyenda

 

Pero de nada valieron las innumerables victorias de los Tercios, pues crueles reveses como Rocroi y la falta de dinero acabaron condenando a estas unidades. «La muerte de los Tercios tiene fecha: Murieron a manos de Felipe V, que los disolvió y convirtió en regimientos que tenían a los capitanes "menos sueltos" más controlados por un mando más centralizado. En mi opinión, la sustitución no se debió tanto a mimetismo francés, espíritu racionalizador y centralizador, como al intento de acabar con las "plazas muertas", un arte que andando el tiempo los generales de Napoleón llevarían a cimas excelsas», destaca, en este caso, el militar español.

Batalla de Rocroi

Sin embargo, si bien desaparecieron como tal, hoy en día perduran en la memoria popular gracias a las múltiples hazañas que protagonizaron a base de pica y arcabuz. «Aunque los Tercios murieron en cuanto solución temporal -y muchísimo tiempo exitosa- para un problema administrativo y táctico, su espíritu sobrevivió y perdura hasta nuestros días en los bellísimos versos de Calderón y en las fórmulas de las Ordenanzas de Carlos III y del primer borrador de las Ordenanzas de Juan Carlos I. Los espíritus del Credo Legionario o la Oración de los paracaidistas son retoños actuales del viejo espíritu de los Tercios», sentencia el experto.


sábado, 21 de febrero de 2015

Black Sam, el principe de los piratas.

Samuel Bellamy, mas conocido como Black Sam,

Sus primeros años de vida son inciertos. Es probable que en su juventud dejara a su esposa en Canterbury para buscar fortuna en el nuevo mundo.
En su estadía en América, conoció en Cape Cod a María Hallet, una chica de la cual se enamoraría y por la cual trató de buscar dinero para tener una mejor vida. Así, en 1715, junto a su camarada Paul Williams se enfrascó en la empresa de buscar tesoros de barcos hundidos. No tuvo éxito. Según la leyenda los dos decidieron entonces dedicarse a la piratería junto a la tripulación de Benjamín Hornigold en el barco Marianne.
En 1716, Hornigold fue depuesto porque aparentemente solo deseaba capturar naves francesas y españolas. La tripulación, por el contrario, quería atacar cualquier nave de la bandera que fuese. Nombraron a Bellamy como su capitán. Tiempo después tomó bajo su mando el barco capturado la Sultana y traspasó el Marianne a su amigo Williams.

Samuel Bellamy, el principe de los piratas.


La carrera de Black Sam tuvo un éxito notable pues antes de los veintinueve años capturó al menos cincuenta naves. Como capitán se preocupaba del bienestar material de su tripulación e hizo que en el barco se impusiera el orden por medios democráticos. Ellos se autonombraban los "hombres de Robin Hood". Asimismo se caracterizaba por sus discursos elocuentes.
En febrero de 1717 Bellamy avistó el galeón Whydah que venía de su viaje de vuelta de Londres a Jamaica, cargado de una buena cantidad de oro producto de la venta de esclavos. Lo persiguieron por tres días hasta lograr su captura. Black Sam mostró su generosidad traspasando la Sultana al capitán del Whydah.
Según parece este botín precioso era más que suficiente para él, por lo que decidió volver a Cape Cod, quizá para reencontrarse con su viejo amor Maria Hallet. Pero cerca de Massachusetts, el 26 de abril de 1717, el Whydah se topó con una tormenta que acabó con Black Sam y sus hombres. Al menos 145 murieron y 2 sobrevivieron (uno de ellos contó la historia).

 El era un hombre corpulento, de cabello negro, inteligente y un lider muy popular para sus hombre, con un pequeño respeto por la autoridad, tenia una gran reputación por ser generoso con sus victimas, a causa de esto se lo conoció como "El Principe de los piratas".

El hallazgo del Whydah

 

Black Sam y su leal tripulación.

 Hacia finales de 1982 el explorador Barry Clifford comenzó la búsqueda del famoso barco aguas afuera de la costa de Cape Cod. La expedición rindió sus frutos el 23 de julio de 1984 y desde entonces los hallazgos no han parado. El Whydah ha rendido un sinfín de información acerca de la vida de los piratas y su valioso cargamento ha sido objeto de exposiciones itinerantes.

Documental de Nat Geo sobre el barco Whydah y su tragico final.



Pieza musical compuesta por el gran artista  Adrian von Ziegler dedicado a este gran personaje, Black Sam.

 


Yahooooy!!! nos vemos en la proxima cantina!

miércoles, 18 de febrero de 2015

Las Völva, curanderas Nordicas

Völvas fueron mujeres chamanes especializadas en magia y curación, desde mucho tiempo antes, durante y despues de lo que conocemos como "mitología nordica". 
También asociados a las völvas estaban los encantamientos llamados galdrar. Se creía que las völvas poseían tales poderes, y que incluso el padre de los dioses, Odín en persona, consultó una para conocer el futuro de las divinidades, un relato que se preserva en la Völuspá.
Ejemplos de völvas en la literatura nórdica incluyen la vidente Heidi (alt. Heith) en la Völuspá y la bruja Gróa en la Svipdagsmál.
Una figúra típica del paganismo muy arraigada en las viejas tradiciones, se supone que fueron exterminadas por el cristianismo, je! siempre metiendose en lo que no entienden estos fraudes.

 Las Völvas en el Museo Saga.

En la sociedad Vikinga, la völva era por lo general una mujer anciana que se liberaba de los fuertes lazos familiares que comunmente retenían a las mujeres en la vieja sociedad de Clanes Nordicos. Ella recorría la tierra, usualmente seguida por un séquito de personas jovenes, era solicitada en tiempos de crisis y tenía una inmensa autoridad y sus servicios eran muy bien pagados.

Ritos sexuales y drogas

Hoy en día, es generalmente aceptado entre historiadores que la fertilidad fue un tema esencial en la sociedad Vikinga, y el descubrimiento mas famoso para atestiguar este tipo de ritos es una pequeña estatuilla fálica que fue encontrada en Rällinge en Suecia a principios del siglo veinte. La apariencia de esta estatua indica que estaba relacionada a ritos de fertilidad y esta es usualmente interpretada como el hermano de Freya, Freyr. Adam of Bremen cuenta de la estatua falica de Freyr en el Templo de Uppsala y de los sonidos tribales que se tocaban durante los rituales.




En la historia Völsa þáttr hay un pasaje que cuenta como el pene de un caballo es idolatrado por una familia pagana y otro que dice que tiene conección con un viejo Indo-Ario rito de sacrificio. Algunos simbolos que fueron desenterrados no se pueden asociar directamente con bandas magicas pero si parecen representar falos, y mas alla de sus usos magicos tiene cercanas asociaciones con la sexualidad en la vieja sociedad Nordica.


Las völur son conocidas por su arte de seducción, la cual es una de las razones por que ellas son consideradas peligrosas. Uno de los fragmentos en Hávamál advierte que el cruce sexual con una mujer con habilidades mágicas, ya que el que lo haga corre el riesgo de quedar en un lazo magico y también quedar enfermo. Freya, quien es la señora de seiðr quién tiene una vida sexual libre lo cual le da una mala reputación en ciertos mitos.
Uno de los metodos para seducir hombres parece ser el uso de drogas. En Fyrkat en la tumba de una völva revelo el uso de henbane, una droga que no solo produce alucinaciones, también es un poderoso afrodisíaco. Si Freya fue la diosa del amor en Asgard, las völva fuerón su contraparte en Midgard.

domingo, 8 de febrero de 2015

Futbol medieval, ilegal por ese entonces.

El nacimiento del "balonpíe".

 


"Futbol de Carnaval", fue popular en la Inglaterra medieval.  Implicaba a un numero ilimitado de jugadores, la pelota se construía con una vejiga de cerdo y tenía muy pocas reglas. Por su naturaleza destructiva fue prohibído por el Rey Eduardo II en 1314: "Hay un gran ruido en la ciudad causado por la muchedumbre desatada, gritos y peleas por la pelota, tenemos que prohibir... con dolor y prisión, este tipo de juego quizás vaya a ser usado en la ciudad en el futuro, pero no ahora" sentenció el Rey Eduardo II.

Ser Gregor Clagane? una carmelita descalza...

Cuando los caballeros no son tan caballeros...

 


La idea del caballero gallardo como Sir Lancelot no fue del todo cierta, la realidad fue mas cercana a los de "Juego de Tronos". En 1379, Sir John Arundel merodeó por un convento y preguntó a las monjas si podían hospedarlo un par de noches. Luego que ellas accedieran, el y su séquito saquearon el convento, causarón escandalos en una iglesia cercana, robaron una novia recién casada, la violaron y secuestraron a las monjas para llevarlas al mar y arrojarlas por la borda. Y tu creias que Ser Gregor Clegane era un bastardo...

viernes, 6 de febrero de 2015

La espada Ulfberht

El secreto del acero


Una imitación de el estilo "Ulfberht".

La espada Ulfberth, una vieja leyenda cuenta que un herrero Nordico llamado "Ulfberht" creó la primera de las mas puras espadas de acero.

La Ulfberht esta casi olvidada en estos tiempos modernos, fue un tipo de espada muy valiosa para los Vikingos, tanto que excedia por mucho en calidad a cualquier arma Europea en esos dias. Las espadas Ulfberht estaban cientos de años adelantadas a su tiempo, y eran portadas solo por la elite de los guerreros Vikingos.

Que hacia a este tipo de espadas tan avanzadas? Simple, mientras que la alta mayoria de espadas vikingas que se encontraron fueron montadas y compuestas con un pobre rezago de acero de bajo carbono, estas hojas especiales se hacian con un metal de una fuerza comparable al acero moderno de hoy en día.

Planea alto con "cornezuelo"

El pan podia hacerte volar alto! o matarte...

 

El verano era particularmente una estación dificil para los campesinos, mas cuando estaban escasos de granos y las nuevas plantaciones no estaban listas para ser cocechadas, entonces se veían obligados a usar el viejo y pasado centeno para hacer pan. Desafortunadamente, los graneros donde alamacenaban el centeno estaba frecuentemente infectado con "cornezuelo", un hongo con capacidades parecidas al LSD que causaban alucinaciones, cangrena y en casos extremos la muerte.

jueves, 5 de febrero de 2015

Bragi, hijo de Odin

Deidades.

Bragi el dios de la poesía y la musica. 

 



Es el hijo de Odín y Frigga y se lo conoce por su sabiduria. Fueron esculpidas Runas en su lengua y dice que inspira poeticamente a los humanos dejandolos beber del aguamiel de la poesía. La esposa de Braggi es Idunna, la diosa de la eterna juventud. Comunmente los juramentos son realizados sobre la copa de Bragi (Bragarfull) y esta copa también es levantada en honor a los reyes muertos. Obviamente aquellos que se convertirán en "Reyes" beben de la copa de Bragi.

lunes, 2 de febrero de 2015

De niñas Nordicas y yelmos alados.

 Valkyrias, angeles de la muerte.

 Esta vez trataremos las distintas representaciones de la Valkiria en el arte moderno, y he aquí.


Brunhilda.

Representaciones.


En el arte moderno, las valquirias a veces son representadas como hermosas doncellas escuderas sobre caballos alados, armadas con yelmos y lanzas. Sin embargo, el término "caballo de valquiria" era uno de los kenningar (un tipo de perífrasis escandinava) para lobo. Por ejemplo, la Piedra de Rök (Rökstenen de Rök, Östergötland) habla de "...donde el caballo de Gunnar ve carroña en el campo de batalla, donde yacen doce reyes" ("...hwar hæstʀ sē Gunnaʀ etu vēttvąngi á, kunungaʀ twæiʀ tigiʀ swāð á liggja.") Aquí GunnaR (o Gunnr) se presume que es una valquiria. En otras palabras, es probable que las valquirias no cabalgaran caballos alados, contrariamente al estereotipo, sino que sus monturas fueran manadas de lobos espantosos y beligerantes que buscaban los cuerpos de los guerreros muertos.

Mientras que los lobos eran sus monturas, las valquirias parecen ser similares a los cuervos, volando sobre el campo de batalla y "eligiendo" cuerpos.7 De esta forma, las manadas de lobos y bandadas de cuervos que hurgaban entre los resultados de la batalla podrían estar sirviendo a un propósito mayor.

De acuerdo al trabajo de gran influencia de Thomas Bulfinch, Bulfinch's Mythology (1855), la armadura de las valquirias "despide una extraña luz, que destella sobre los cielos septentrionales, creando lo que los hombres llaman 'Aurora Borealis', o 'Luces del norte'."8 Sin embargo, no hay nada en otras fuentes que respalde esta afirmación,9 excepto por la llegada de las valquirias en la Helgakviða Hundingsbana I:

Þá brá ljóma
af Logafjöllum,
en af þeim ljómum
leiftrir kómu,

hávar und hjalmum
á Himinvanga,
brynjur váru þeira
blóði stokknar,
en af geirum
geislar stóðu.



Luego destelló luz
desde Logafjoll,
Y de la luz
los relámpagos brincaban;

Altas bajo yelmos
en los campos del cielo;
Todas sus cotas
Estaban rojas de sangre,
Y de sus lanzas
volaron las chispas.



Luego brilló un rayo
desde Logafiöll,
y de él
salieron relámpagos;
luego aparecieron,
en el campo del aire,
un grupo armado
de Valkyriur:
sus cotas estaban
rociadas con sangre,
y de sus lanzas
relucieron rayos de luz.





La cabalgata de las Valkyrias.

Valquirias destacadas.


La valquiria Brunhilda va a visitar a Sigmund. Ilustración de Arthur Rackham para la ópera Die Walküre de Richard Wagner.

Varias valquirias son mencionadas individualmente en numerosas formas de la literatura germánica.
Valquirias principales

Muchas valquirias aparecen como personajes principales o importantes en algunos mitos existentes.

Brynhildr aparece en la Saga Volsunga. Su nombre significa "cota de batalla".
Hilda aparece en la leyenda de Hjaðningavíg, la cual ha sobrevivido a través de numerosas fuentes. Su nombre significa "batalla".
Sigrdrífa aparece en la Sigrdrífumál. Su nombre significa "la que trae victoria".
Sigrún aparece en el Helgakviða Hundingsbana I y Helgakviða Hundingsbana II. Su nombre significa "conocedora de los misterios (o hechizos) de la victoria".
Sváva aparece en el Helgakviða Hjörvarðssonar. Su nombre significa "sueva".
Ölrún, Svanhvít y Alvitr (conocida también como Hervör o Hervor) aparecen en la Völundarkviða. "Ölrún" significa "conocedora de los misterios (o hechizos) de la hidromiel (o cerveza)" o bien "hechizo extraño".
Þrúðr es la hija de Thor. Su nombre significa "fuerza".

Otras fuentes indican que algunas otras valquirias también eran personajes principales dentro de la mitología nórdica, como Gunnr, que aparece en la Piedra de Rök, y Skögul que además aparece en una inscripción rúnica del siglo XIII en Bergen.

Barbanegra, el botín medico.

«Barbanegra», el pirata que luchaba contra las enfermedades de transmisión sexual en su navío.

Los expertos han extraído del pecio una gran cantidad de instrumental médico perteneciente a la enfermería de «La venganza de la reina Ana»

 
 
Edward Thatch, mas conocido como "Barbanegra".


Edward Thatch (más conocido en la cultura popular como «Barbanegra») fue uno de los piratas más sanguinarios que recorrió mares y océanos a finales del Siglo XVII y a principios del XVIII. Siempre junto a su buque, el «The Queen Anne's Revenge» («La venganza de la Reina Ana»), este antiguo capitán de la Royal Navy saqueó cualquier navío que pudiera trasportar riquezas e, incluso, llegó a tener «secuestrada» la ciudad de Charleston (en Carolina del Sur) hasta que sus gobernantes aflojaron la bolsa y le pagaron un suculento rescate.
Sin embargo, y como sucede con la mayoría de los malhechores, «Barbanegra» acabó sucumbiendo a las autoridades y en 1718 terminó como un colador al enfrentarse a varios buques británicos dirigidos por Robert Maynard. Aquella fatídica jornada para la piratería, el navío de Thatch encalló además en un banco de arena cerca de la bahía de Beaufort (en Carolina del Norte) y, tras ser abandonado, se fue a pique cayendo en el olvido.

“jeringa uretral” que se usaba para inyectar mercurio, el cual aliviaba los síntomas de la sífilis.

Así fue, al menos, hasta 1996, año en que un grupo de expertos logró hallar el pecio del navío y se iniciaron las labores para lograr sacar a la superficie todos los «recuerdos» posibles de uno de los piratas más famosos de todos los tiempos. Desde ese momento, los arqueólogos marinos a cargo del proyecto han podido extraer del lugar objetos tan valiosos como los gigantescos cañones que utilizaba el pirata, o lo que –según se cree- es la empuñadura de su espada. A su vez, hace apenas unas jornadas han logrado hallar una ingente cantidad de material médico que alimenta la leyenda de que este sádico malhechor cuidaba sobremanera la salud y combatía las enfermedades de transmisión sexual de su tripulación.

“bomba de lavado”, que se usaba para bombear fluido directo al recto.

Un curioso material médico

Tal y como publica el «Daily Mail», los investigadores han estudiado los artefactos y han determinado que «Barbanegra» hizo todo lo posible por mantener a su tripulación viva y sana. Así lo atestigua Linda Carnes-McNaughton (arqueóloga militar en Fort Bragg), quien ha tenido acceso de primera mano a los diferentes instrumentos.
«El tratamiento de los enfermos y heridos en un buque durante esos años era, por lo menos, difícil en el mejor de los casos. Enfermedades periódicas, heridas, amputaciones, dolores de muelas, quemaduras…», determina la experta. Sin embargo, parece que fue una de las prioridades del malhechor cuando, tras capturar el navío francés «La Concorde» en 1717, decidió rebautizarlo como «The Queen AnneŽs Revenge».
Se han hallado además los restos de dos lavativas que se habrían utilizado para realizar enemas (lo que permite que los medicamentos se absorban rápidamente), botellas que podrían haber contenido plantas homeopáticas, una aguja de plata, unas tijeras y unas curiosas piezas de latón que, según la experta, podrían haber sido usados para realizar torniquetes a los marinos tras la contienda.
Fuera como fuese, será necesario hacer las pruebas pertinentes para corroborar que todos estos instrumentos tenían la función que se cree. Hasta hora, lo que sí afirma de forma tajante Carnes-McNaughton al «Daily Mail» es que «Barbanegra» solía preocuparse por la salud de su tripulación y, por ello, cambiaba usualmente rehenes por suministros médicos. Un dato que, curiosamente, contrasta con su fama de imponer castigos severos cuando se desobedecían sus órdenes.

Fuente: ABC.es
World Of Warcraft, WoW Hand Armor